Reflexiones éticas sobre la vejez
Por Eduardo Luis Aguirre
 
 
La vejez ha sido desde siempre materia de análisis desde diversas disciplinas. Los clásicos griegos se ocuparon del tema, lo hacen los cognitivistas desde su reconocida audacia, con su enorme talento lo escribió por partida doble Simone de Beauvoir ("La ceremonia del adios" y "La vejez").

Por Lidia Ferrari (*)

Giorgio Agamben en su texto del 14 de abril presenta una serie de preguntas que nos invitan a reflexionar sobre las medidas que en Italia se han tomado respecto del Coronavirus. Parte de una premisa que, aunque redactada en forma interrogativa, contiene una afirmación muy fuerte: "¿Cómo puede haber sucedido que un país entero sin darse cuenta se haya derrumbado ética y políticamente ante una enfermedad?".

Por Eduardo Luis Aguirre

"Su muerte nos separa. Mi muerte no nos unirá. Así es: ya fue hermoso que nuestras vidas hayan podido estar de acuerdo durante tanto tiempo" (Simone de Beauvoir: La Ceremonia del adiós).



El 15 de abril de 1980, hace exactamente 40 años, fallecía en París el filósofo, escritor, periodista, militante y dramaturgo Jean Paul Sartre. A las exequias de uno de los más grandes pensadores existencialistas asistieron en París casi sesenta mil personas.

Por Eduardo Luis Aguirre

El mundo no será igual después de la pandemia. La idea, a esta altura de los acontecimientos, se ha transformado abiertamente en un lugar común. En cambio, la tarea de descifrar en qué consistirá la nueva identidad del mundo supérstite se revela como un territorio mucho menos explorado en los análisis cotidianos.

Por Eduardo Luis Aguirre

La literatura es una actividad que responde a una multiplicidad de motivaciones que nunca alcanzarán a ser enunciadas por nuestra vocación totalizante.

Por Eduardo Luis Aguirre

El paso del virus dejará huellas nada fáciles de imaginar en todo el planeta.  Por ende, es erróneo suponer que la pandemia implica solamente una pausa traumática entre un viejo orden y su futura reposición. Que será una mera situación disruptiva, pasajera, entre dos situaciones de equilibrio que derivarán en una misma continuidad que reconoceremos de inmediato. 

Por Eduardo Luis Aguirre y María Liliana Ottaviano.

Como intentamos expresar a través de distintas entregas, existen múltiples dimensiones, una infinita cantidad de lugares, miradas y perspectivas desde la que puede ser analizada la pandemia y su incidencia social, presente y futura.

En ese marco, queremos destacar un significante que se repite, se entremezcla, se tramita y circula como una suerte de estado natural sobrevenido durante los días de cuarentena. El aburrimiento, el tedio que se deriva o sobreviene como consecuencia del encierro prolongado.

Por María Liliana Ottaviano y Eduardo Luis Aguirre

Hace pocos días ensayábamos una reflexión sobre lo que podría sobrevenir en nuestro país una vez que se superara la preocupante incidencia del coronavirus. En ese artículo (“El día después”) nos planteábamos la necesidad de fortalecer lo Común, lo solidario, lo colectivo frente a lo grave. Imaginábamos, en algunos de sus párrafos, un ensanchamiento y a la vez una recuperación del concepto ancestral de comunidad, de la democratización de un sentí/pensar amoroso fortalecido en la adversidad, y nos representábamos a esta última como un combustible capaz de hermanarnos, quizás definitivamente, en nuestra condición humana y nuestra convivencia futura. Una esperanzada pulsión de vida atravesaba algunos de esos tramos.