Por Eduardo Luis Aguirre

 



Hay algo que, lo desvele o no, implica y complica la existencia de Juan Pueblo. Seguramente intuye que vive en un mundo diferente al que imaginaron las generaciones precedentes, las que dictaron las normas no escritas sobre el bien y el mal, sobre los valores, sobre las lógicas de supervivencia, el alcance del principio del pacer y la pulsión de muerte.

Por Eduardo Luis Aguirre

 

Miguel Pichetto dice ser "políticamente incorrecto". Eso es un eufemismo anodino que en modo alguno puede asimilarse a lo que expresa este dirigente, corrido al rincón de lo más violento y horrible del arco político.

 

Por Alicia Stolkiner (*)

 

En la pizzería del barrio escuché anoche, sin atender demasiado, una frase dicha con placer "esos van a ser el cajero automático de los presos" no terminé de entender ni quise hacerlo.

Por Eduardo Luis Aguirre

El voto de la contemporaneidad desborda los límites de las instituciones y organizaciones. Es capaz de ponerle fin a los gobiernos y desafiar las autoridades establecidas.

Por Eduardo Luis Aguirre



Paul Preciado produce una sensación paralizante. Por momentos, asfixia. Se obstina en construir una realidad paralela, y en ese trance colecciona una multitud incomparable de enemigos.

Por Eduardo Luis Aguirre

No puedo evitar destacar la caracterización del psicoanalista. Llama progresista a una militante que se debatió durante décadas enteras y en inferioridad de condiciones en materia de Derechos Humanos. Una mujer que, de conocerla, jamás podría ser confundida con el progresismo ramplón citadino.

Por Eduardo Luis Aguirre

Desde el paterfamilias en la antigua Roma hasta las heterogeneidades de las nuevas familias de occidente, esos grupos no dejan de exhibir el poder de las pulsiones que, como en toda institución, las habitan. Esas tensiones admiten las más diversas direccionalidades y están atravesadas por cuestiones de clase que se expresan impugnando antiguos formatos, intentando revalidarlos o dejar al descubierto las mutaciones de ciertos roles al interior de las mismas.

Por Lidia Ferrari (*)


 

"El crédulo imaginario.
El “ya lo sé, pero aún así...” de Mannoni pone en relación la creencia y la Verleugnung. Hay una creencia imaginaria que se sostiene porque hay los “adultos”, esos seres que saben y engañan y los “niños” que son los que creen, los no iniciados, los que no han sufrido la experiencia de la constatación de la realidad.