Por Eduardo Luis Aguirre
El neoliberalismo ha acelerado la concatenación de acontecimientos que ponen al mundo al borde de su destrucción. Voy a citar apenas tres elementos, que habilitan la inauguración de incógnitas y reflexiones a las que, a lo sumo, aspiramos a organizar, pero nunca a responder. Esta última sería una exigencia y una demanda de cumplimiento imposible.
Por Eduardo Luis Aguirre
Inicialmente pensé que este texto podría convertirse en el tercer artículo de una saga dedicada al mito urbano y colonial de los denominados “países serios” (1). Finalmente, reflexioné sobre la intrínseca gravedad de un episodio emblemático que fulmina lo que queda en pie de las democracias indirectas que generó la modernidad europea y decidí abordarlo sin eludir los precedentes domésticos que como coletazos de un nuevo orden no respetan límites o fronteras nacionales.
Eduardo Luis Aguirre dialogó en la edición sabatina de Multitud con Diego Mauro, historiador y Doctor en Humanidades y Arte (UNR).
Por Jorge Alemán (*)
Parece que cada discurso lleva en su matriz una fatalidad insuperable .
Al comienzo mantiene su novedad disruptiva, su condición de ruptura, su apertura a otro modo de pensar y habitar la lengua.
Por Eduardo Luis Aguirre
El "miedo al futuro" (*) se hace cada vez menos difuso. Una pesadumbre generalizada recorre el planeta. Al acelerado colapso ambiental se suma la barbarie del capital en su más injusta y flagrante modalidad de acumulación, una pandemia de pronóstico todavía incierto y una veintena de guerras diseminadas en diferentes latitudes.