La delgada línea roja
Por Eduardo Luis Aguirre
"Ibase el día, envuelto en aire bruno,
aliviando a los seres de la tierra
de su fatiga diaria, y yo, solo, uno,
me apercibía a sostener la guerra" (La Divina Comedia. infierno)
La humanidad ha ingresado en una suerte de dramática cuenta regresiva. Ratificando aquella valoración geopolítica categórica de Henry Kissinger, el epicentro de lo que puede ser el más devastador conflicto armado entre los hombres puede precipitarse en Eurasiapor su importancia infinita. Quien domine a Eurasia dominará al mundo, solía decirse.

Eduardo Luis Aguirre analizó en Multitud las posturas beligerantes de los paises europeos en el conflicto de Ucrania. La OTAN y una potencia imperial, las claves de un proceso de colonización europeo. La estupefacción ante las posiciones y riesgos que asumen los paises menos poderosos. El caso de Portugal, un ejemplo emblemático.

Por Eduardo Luis Aguirre

El matizado belicismo que han demostrado los países de Europa Occidental con relación a la guerra en Ucrania no deja de llamar la atención. Hasta algunas formaciones progresistas se han alineado en una postura claramente rusofóbica o han recobrado el pragmatismo de los partidos comunistas europeos durante la guerra fría para justificar una inexplicable animadversión contra Moscú. Esa propensión incluye desde el envío de ingente cantidad de armas, pertrechos y tecnología hasta la intervención de grupos armados, militares o paramilitares. Curiosa desmemoria de un continente que ha soportado dos guerras mundiales en su geografía y una alteración volátil de su mapa político durante el siglo pasado.

Eduardo Luis Aguirre analizó en Multitud la inquietante articulación entre técnica y totalitarismo y el advenimiento de la denominada Inteligencia Artificial. Una conjunción que hasta despertó la reciente advertencia del Papa fre nte al riesgo de la pérdida de la dignidad humana en caso de transformarse en un algoritmo obsoleto. Las claves de Heidegger, Pigem y Pasolini. El rol de los avisadores de incendios, la categoría de Benjamin más actual que nunca.  El imprescindible rescate de lo común.

Por Diego Tatián

La confianza no es tanto un afecto ni un sentimiento como la convicción renovada de una apertura, la decisión de una manera de estar, completamente independiente de todas las circunstancias en las que no se ha sentido honrada. Los filósofos no han pensado mucho en ella. Hablo de una confianza sin cálculo, general, intransitiva, que se mantiene incólume no obstante las deshonras que le sobrevendrán inevitablemente, y así, como actitud deliberada que abre una posibilidad ética (por la que se entiende aquí: manera estar en el mundo y de transitar por él con los seres y las cosas que nos han tocado). ¿Quiénes son en realidad las personas que nos rodean, las más próximas, las distantes, las que acabamos de conocer, las que conocemos desde hace muchos años o de toda la vida? ¿Cuáles los signos que abren una confianza, cuáles los que motivan una reticencia? El infortunio resulta de que en general el sentido de los signos se revela retrospectivamente.

Por Eduardo Luis Aguirre

Sabemos que es difícil analizar el presente y el futuro inmediato si no se empieza contabilizando los movimientos erráticos propios. Hombres y mujeres de a pie están privados de libertad en cárceles federales, acusados de delitos de terrorismo y/ otras figuras que circundan esa conducta. No deberíamos dejar de recordar la estupefacción que nos provocó que la propia Cristina impulsara y sancionara la ley de terrorismo a pedido vaya a saber de quién y con el apoyo de criminólogos canallas. Bueno, éste es el primer resultado de esa legislación que agravia de la manera más peligrosa los bordes de la república. Asfaltaron así el camino sin saber a quién.

Eduardo Luis Aguirre analizó en "Multitud" la situación política mexicana después de las últimas elecciones generales que ratificaron el rumbo fijado por López Obrador.

Por Eduardo Luis Aguirre



El gobierno que se propone destruir el estado argentino ha logrado la sanción en Senadores de la denominada Ley Bases. Una expresión ininteligible y laberíntica, con apenas siete legisladores originarios, ha demostrado que existe una nueva técnica totalitaria de hacer política, que permite ganar elecciones y pulverizar mayorías históricas.