Por Eduardo Luis Aguirre
“Nuestro principal objetivo es que nuestros estudiantes aprendan a pensar de modo crítico e independiente. El abogado que se limita a memorizar y repetir no resalta; el abogado que piensa brilla. Ya nos contaba Jorge Luis Borges en “Funes el memorioso” que Funes no podía pensar, porque se dedicaba exclusivamente a memorizar todos los detalles. Decía Borges que “pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer”. Queremos menos Funes y más pensadores” (1).
En los últimos años -de cara a la adscripción electoral recurrente de vastos sectores sociales a las expresiones más radicalizadas de la derecha- han crecido los interrogantes y los ensayos de explicación respecto del comportamiento de ese colectivo social inasible al que denominamos convencionalmente “clase media”. La preocupación es absolutamente razonable, y radica en que, en muchos casos, ese sector social ha contribuido decisivamente a la imposición de proyectos políticos conservadores que, paradójicamente, perjudican sistemáticamente sus propias expectativas e intereses.
El régimen de poder del neoliberalismo ha logrado desconectar el malestar económico-social de cualquier modalidad emergente de un proyecto transformador. Los políticos macristas son mediadores intercambiables que cuentan con esa maquinaria neoliberal capaz de producir nuevas formas de subjetividad. En este sentido es que el macrismo es una variante del poder neoliberal y no una hegemonía.
Por Jorge Alemán
Por Eduardo Luis Aguirre (*)
“El capitalismo tiene mucha más fuerza de la que pensaba Marx: no era solamente la explotación de la fuerza de trabajo sino un modo de apropiarse de la subjetividad. El neoliberalismo, que es una mutación del capitalismo, se caracteriza por ser una gran fábrica de subjetividades” (Jorge Alemán).
Por Ignacio Castro Rey
Grandes urbes, aglomeraciones de cristal, de acero y rostros maquillados. Rascacielos, pantallas gigantes, conexiones multiplicadas. Y el espectáculo de unas luces perpetuas que nos cubren con un cielo de diseño. Como si no fuera suficiente la simple vida, estamos embarcados en una metafísica de la elevación, de la que tampoco es fácil librarse a través de ninguna de nuestras respetadas minorías LGTBI.
Por Eduardo Luis Aguirre
"Llegado el absurdo y cuando se trata de vivir consecuentemente, un hombre comprueba siempre que la conciencia es la cosa más difícil de mantener del mundo. Las circunstancias casi siempre se oponen a ello. Se trata de vivir la lucidez en un mundo donde la dispersión es regla” (Albert Camus).
El existencialismo o “filosofía de la existencia” es una corriente contemporánea de la filosofía, cuya creación se adjudica generalmente al pensador místico danés Sören Kierkegaard (1813-1855), y que alcanza su máxima expresión en el siglo XX, incorporando como sus referentes más notorios, entre otros, a Martin Heidegger y Karl Jaspers en Alemania, Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir y Albert Camus en Francia, Nicola Abbagnano en Italia y William Barret en Estados Unidos.