Según los primeros datos recogidos por el Ministerio Público de la Defensa, la tasa de encarcelamiento en la Provincia de La Pampa se incrementó en un año en un 12,18 % y pasó de 110,67 presos  a 124, 15 cada 100.000 personas. Esto implica una evolución de 353 personas privadas de libertad al 19 de diciembre de 2011, contra 396 al día de la fecha. De mantenerse esta proyección, en cuatro años el aumento de detenidos sería de 58,36%. La cantidad de reclusos alojados fuera de nuestra Provincia ha aumentado también en forma considerable. De un total de 232 internos con condena dictada por tribunales de la justicia provincial, 169 se encuentran alojados en dependencias del Servicio Penitenciario Federal. De ellos, 97 se encontrarían en la Unidad 4 con asiento en la ciudad de Santa Rosa, y 69 han sido destinados a establecimientos carcelarios nacionales situados fuera de la Provincia. En materia de niños y niñas en conflicto con la ley penal, se ha verificado un aumento similar. En 2011 había 9 chicos en el IPESA. Hoy hay 14.
Estos datos obligan a problematizar seriamente, entre otros factores,  la utilización excesiva y arbitraria de la prisión preventiva, la desinterpretación de los paradigmas fundamentales del sistema adversarial y  la hegemonía de discursos y prácticas punitivas fuertemente arraigadas en la cultura jurisdiccional. Sobre todo porque no ha habido un incremento de los delitos graves objetivamente verificables. Hubo 12 homicidios dolosos en 2011. A pocos días de finalizar 2012, se contabilizan también, curiosamente, 12 homicidios en lo que va del año.