Por Karina Terren

¿Cuál sería la frontera, si es que la hay, que separa el dolor de ser, en tanto cuerpo, de la melancolía, dolor del alma, de la psique?
En 1895 Freud comienza explicando que existe un vínculo entre melancolía y anestesia sexual ( anestesia proviene del griego" anaisthesía" sin sentido ).Esto se observa :
1) En muchos melancólicos dónde existió previamente antecedentes de anestesia. 2) Todo cuanto provoca anestesia promueve también la génesis de la melancolía y 3) Hay un tipo de mujeres psíquicamente exigentes en quienes el anhelo se vuelve con facilidad en melancolía y que son anestésicas.
El afecto correspondiente a la melancolía es el del duelo, la añoranza de algo perdido, es decir, que la melancolía consistiría en el duelo por la pérdida de la libido y la compara con la anorexia nerviosa, dónde en ambos casos se habla de una pérdida de apetito, en una,(la anorexia nerviosa ) es la pérdida del apetito por la comida y en la melancolía es la pérdida del apetito sexual, pérdida de la libido.
Ahora bien Freud para esa misma época,1895 describe 3 casos de melancolía : 1) Melancolía grave común genuina dónde se producen períodos de aumento y cese de la producción de excitación sexual somática ( anestesia ),2) Melancolía neurasténica, dónde en éste caso la tensión sexual es desviada del grupo sexual psíquico( demanda de amor ) en tanto que la producción de excitación sexual somática no disminuye.
3) Melancolía de angustia, una forma mixta de neurosis de angustia y melancolía.
Al hablar de melancolía de angustia lleva a pensar, si en la melancolía podríamos hablar de angustia o de dolor, o de ambos tipos de afectos, en distintos momentos.

Veamos que dice Freud, él describe los efectos de la melancolía como " inhibición psíquica con empobrecimiento pulsional y dolor por ello. Uno puede representarse que si el grupo sexual psíquico pierde muy intensamente magnitud de excitación, se forma por así decir un recogimiento dentro de lo psíquico, que tiene un efecto de succión sobre las magnitudes contiguas de excitación, lo cual produce dolor. Mediante una "hemorragia interna ", nace un empobrecimiento de excitación, que se manifiesta en las otras pulsiones y operaciones. Como inhibición, este recogimiento tiene el mismo efecto que una herida, analogamente al dolor".
En el "Proyecto" Freud al dolor lo explica como el efecto de ruptura de la protección antiestímulo ( el dolor impera en la Represión ), el dolor traspasa la barrera de protección antiestímulo, por lo tanto se habla de un fracaso de ésta.
Si bien se podría pensar que existe una contradicción entre lo que refiere primeramente como empobrecimiento pulsional ,con lo que formula en el Proyecto, al hablar de aumento de excitación (lo que provoca la ruptura de la barrera de protección antiestímulo). En "La vivencia de dolor " explica que en el caso del dolor se trata de un desprendimiento pero de displacer, mientras que el desprendimiento del empobrecimiento pulsional, es de excitación.
En 1910 Freud se pregunta cómo es posible que llegue a superarse la pulsión de vivir, de intensidad tan extraordinaria, si sólo puede acontecer con auxilio de la libido desengañada, o bien existe una renuncia del yo a su afirmación por motivos extrictamente yoicos. Creo, dice Freud, que aquí sólo es posible partir del estado de la melancolía y su comparación con el afecto del duelo.
Primeramente la melancolía era " el duelo por la pérdida de libido", lo que conlleva a un estado doloso, mientras que ahora habla de una" libido desengañada" (desilucionada). Desengañada de quién, obviamente estamos hablando del objeto de amor, lo que permite pensar que este desengaño, de alguna manera lleva al melancólico al suicidio, a la muerte.Podríamos entonces, suponer la siguiente ecuación : melancolía-pulsión de muerte-suicidio.
En 1915 Freud ya comienza a esbozar lo que luego va a ampliar y a retomar en 1917. En cuanto a la muerte él dice lo siguiente: " que la muerte era algo natural, incontrastable e inevitable. Hemos manifestado la inequívoca tendencia a hacer a un lado la muerte, a eliminarla de la vida.Hemos intentado matarla con el silencio. En el fondo nadie cree en su propia muerte, en el inconciente cada uno de nosotros está convencido de su inmortalidad. Cuando muere alguien querido, próximo, sepultamos con él nuestras esperanzas, nuestras demandas, nuestros goces, no nos dejamos consolar y nos negamos a sustituir al que perdimos.
Aquí ya comienza dando señales de lo que ocurre en un estado de duelo y de melancolía y continúa diciendo " la vida se empobrece, pierde interés, cuando la máxima apuesta en juego de la vida, que es la vida misma, no puede arriesgarse, se vuelve insípida, sin sentido ( anestésica ), melancólica. Freud refiriéndose a la muerte dice, la hemos matado con el silencio,y yo diría que en la melancolía a la vida la hemos matado con el silencio.
En 1917 Freud compara el duelo con la melancolía, dónde refiere que en ambos casos se trata, de un estado de ánimo profundamente doloroso, una cesación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición de todas las funciones y la única excepción que presenta la melancolía a diferencia del duelo, es la pérdida del sentimiento de sí, de la autoestima. En el duelo es el mundo el que se muestra empobrecido, mientras que en la melancolía es el propio yo del sujeto el que está empobrecido, vacío.
En el duelo se puede localizar fácilmente que es lo que se ha perdido, mientras que el melancólico no sabe que ha perdido.
Freud luego responde a ésto, diciendo que lo que ha perdido el melancólico es su propio yo y lo explica a través del mecanismo de identificación y dice " la identificación es la etapa preliminar de la elección de objeto y la primera forma, ambivalente en su expresión, utilizada por el yo para distinguir un objeto. Quisiera incorporárselo, conjuntamente con la fase oral o canibalística del desarrollo de la libido, ingiriéndolo, devorándolo" es decir se establecería una identificación del yo con el objeto perdido amado y odiado. De ahí la fórmula Freudiana : "La sombra del objeto cayó sobre el yo "oscureciéndolo, dominándolo, devorándolo.
Entonces, lo que ocurre en la melancolía es lo siguiente, ante la pérdida del objeto, el yo en lugar de retirar la libido y dejarla libre para desplazarse a otro objeto, no, se retrotrae al yo y ahí se queda, identificándose con el objeto perdido, lo que se entiende como una identificación narcisista de objeto.
Cuando el amor al objeto, llega a refugiarse en la identificación narcisística, recae el odio sobre este objeto sustitutivo ( el yo ), humillándolo, haciéndolo sufrir y encontrando en este sufrimiento una satisfacción sádica. Freud entonces reconoce que en la melancolía lo que se trata es de goce.
Con respecto a este sadismo,a esta pulsión de muerte hacia el yo, por parte del super-yo, puesto en el lugar de objeto Freud llega a lo que había planteado en 1910 : el suicidio. Que a mí entender, en el suicidio melancólico lo que se trata es de liberarse de este objeto, lograr ser libre del objeto, a través de la muerte ,como no pudo la libido ser libre para poder desplazarse a otro objeto.
En 1925 en el artículo " Angustia, dolor, tristeza ".Freud dice que la angustia es la verdadera reacción ante el peligro que ocaciona la pérdida del objeto, mientras que el dolor es la verdadera reacción a la pérdida del objeto y la tristeza surge como resultado del exámen de realidad.
Yo diría que a la ecuación angustia ,dolor, tristeza la modificaría por la ecuación dolor-angustia-tristeza-llanto.
A modo de síntesis, deduzco que el dolor en la melancolía, es un dolor silencioso, dónde a la vida se la ha matado con el silencio, dónde no hay lugar para las palabras, dónde no hay un hablar que exprese.
Con respecto a esto, Heidegger dice: " sólo en la medida en que los hombres pertenecen al son del silencio son capaces del hablar que hace sonar al habla.
¿ Qué significa hablar?. Hablar es la expresión fonética y la comunicación de estados de ánimo humanos. Hablar es expresar.
Del último verso de una poesía de Georg Trakl, titulada " Una tarde de invierno"es que Heidegger comienza a cuestionarse acerca del dolor y lo que significa para él.
Y dice así:
Entra caminante en silencio;
Dolor petrificó el umbral.
Y luce en pura luz
En la mesa pan y vino.
¿ Que es el dolor? ( se pregunta). El dolor desgarra. Es el desgarro. El dolor desgarra des-juntando, separa pero de modo que al mismo tiempo reúne todo en sí.
"El dolor es la diferencia misma". ¿ Qué es la diferencia ?. La diferencia es el silencio mismo, entonces siguiendo este mismo razonamiento "el dolor es el silencio mismo".El silencio no es sólo lo que no resuena, en lo que no resuena se perpetúa meramente la inmovilidad del sonar y el fonar. Lo inmóvil es siempre el reverso de lo que está en la quietud.
Luego Heidegger cambia de tesitura con respecto a la diferencia y dice: " La diferencia es lo que invoca". " El dolor es lo que invoca". ¿Qué invoca ?
mundo y cosa al medio de su intimidad. Cuando la diferencia reúne mundo y cosa a la simplicidad del dolor de la intimidad, los invita a ambos a acceder a su ser.
"La invocación de la diferencia es el son del silencio".Podríamos pensar entonces el dolor como invocación?.
El habla habla en tanto que son del silencio. El habla habla en tanto que es dolor. Lo cual me lleva a pensar tres interrogaciones en relación a esto: 1) ¿En tanto hay palabras hay dolor?
2)¿ Es la palabra, la que nos "rescata" del dolor?
3)¿ Es del dolor, del silencio, dónde surgen las palabras?
El ser humano, es en su escencia ser hablante. En la enunciación, sea discurso o sea escritura se rompe el silencio. El hablar humano, debe haber escuchado el mandato de la invocación ,en tanto que cual ,el silencio de la diferencia llama mundo y cosa al desgarro de su simplicidad .Cada palabra del hablar de los mortales habla desde ésta escucha y en tanto que tal, escucha. Toda verdadera escucha retiene su propio decir. Pues la escucha se retiene en la pertinencia por lo que queda apropiada al son del silencio, al habla, al dolor.¿A qué escucha se refiere Heidegger ? me atrevería a decir que es a la escucha del poeta.
Poesía de Holderling, para finalizar:

Pero a nosotros nos toca,
bajo la tempestad de Dios,
¡ Oh poetas! permanecer con la cabeza descubierta

Pues los que nos prestan el fuego del cielo
los Dioses, también nos dan el sagrado dolor
¡ Aceptémoslo!no soy sino un hijo de la tierra.

Así el hombre,cuando la dicha está a su alcance
y un Dios en persona se la trae,no la reconoce.
Pero desde que sufre,
entonces sabe expresar lo que quiere,
y entonces las palabras justas
se abren como flores.