Por División Las Heras
Edificio de la radio y televisión serbia, bombardeado por la OTAN
En las guerras de cuarta generación, las mentiras preceden a las bombas, y pueden a veces sustituirlas. Para comprender el furibundo arrebato macrista sobre los medios opositores e independientes de nuestro país, hay que remitirse al rol decisivo que los medios de comunicación han cumplido en los conflictos más graves que ha vivido la humanidad en los últimos veinticinco años. En los que, naturalmente, el imperialismo ha desempeñado un papel determinante, siempre amparado en la supuesta defensa de la libertad, la democracia, los derechos humanos y otras enunciaciones valorativas por el estilo. En realidad, el rol de las grandes potencias en cada uno de esos momentos de la historia, ha sido el de un agresor que previamente tergiversó la realidad hasta tal punto que no solamente la población mundial, sino también los propios habitantes de los países en los que se perpetraron esas "guerras humanitarias", no alcanzaran a entender lo que verdaderamente ocurría en esos momentos, o directamente apoyaran esos embates. De esta forma, las grandes cadenas occidentales lograron, en todos los casos, crear una opinión pública favorable a las más variadas formas de intervención extranjera sobre aquellos países díscolos a los que era necesario exportar la democracia neoliberal. América Latina, en general, y Argentina en particular, no escapan a esa lógica. 

En esa clave debe leerse la compulsión del actual gobierno argentino por acallar las voces alternativas. De hecho, a un mes de gestión, son pocos los comunicadores, emisoras o programas masivos en condiciones de propalar una mirada crítica sobre el gobierno conservador. El episodio del notorio periodista  Víctor Hugo Morales (que, sin perjuicio de su gravedad, en modo alguno lidera el ranking de las iniquidades PRO) no puede dejar de analizarse en ese contexto.Durante los doce años de gobierno kirchnerista,  la mayoría de los medios de comunicación, y absolutamente todos los que exhibían una posición dominante, pertenecieron siempre a la oposición. Ahora,el gobierno ha ido censurando una por una las voces alternativas. Morales es un ejemplo paradigmático. Pero por sí solo, no alcanza a explicar los motivos reales de semejante campaña de silenciamiento masivo. Para poder comprenderlos,  resulta imprescindible echar un vistazo a la historia reciente. Pocos analistas como Michel Collon se han ocupado de poner al descubierto el rol de los medios de comunicación como aparatos ideológicos del imperialismo y los sectores internos más reaccionarios. Estemos atentos a la forma en que se han exhibido las guerras en el último cuarto de siglo, a sus consecuencias y sus verdaderos objetivos, en palabras del periodista belga.
"Guerra de Iraq (1991):
La mentira mediática preponderante fue que los Iraquíes habían robado las incubadoras de la maternidad de Kuwait City.
Lo que supimos después es que se trató de una invención total de una agencia publicitaria pagada por el emir de Kuwait, Hill & Knowlton.
Objetivo real: Impedir que Oriente Próximo resista a Israel y consiga independizarse de EEUU.
Consecuencias: Innumerables víctimas de la guerra y después un largo embargo incluso sobre los medicamentos.
Guerra de Somalia (1993):
Mentira mediática: Kouchner «sale a escena» como héroe de una intervención humanitaria
Lo que supimos después: Cuatro sociedades estadounidenses habían comprado la cuarta parte del subsuelo somalí, rico en petróleo.
Objetivo real: Controlar una región militarmente estratégica
Consecuencias: Al no conseguir controlarla, Estados Unidos mantendrá la región sumida en un caos interminable.
Bosnia (1992 - 1995):
Mentira mediática: La empresa estadounidense Ruder Finn y Bernard Kouchner ponen en escena supuestos campos serbios de exterminio.
Lo que supimos después: Ruder Finn y Kouchner mentían. Eran campos de prisioneros para intercambios. El presidente musulmán Izetbegovic lo reconoció.
Objetivo real: Romper Yugoslavia, demasiado a la izquierda, eliminar su sistema social, someter la zona a las multinacionales, y controlar el Danubio y las rutas estratégicas de los Balcanes.
Consecuencias: Cuatro años de una guerra atroz para todas las nacionalidades (musulmanes, serbios, croatas), provocada por Berlín y prolongada por Washington.
7. Yugoslavia (1999):
Mentira mediática: Los serbios cometen un genocidio sobre los albaneses de Kosovo
Lo que supimos después: Invención pura y simple de la OTAN, como reconoció Jamie Shea, su portavoz oficial.
Objetivo real: Imponer la dominación de la OTAN sobre los Balcanes, y su transformación en policía del mundo. Instalación de una base militar estadounidense en Kosovo.
Consecuencias: Dos mil víctimas de los bombardeos de la OTAN. Limpieza étnica de Kosovo por la UCK, protegida de la OTAN.
8. Afganistán (2001):
Mentira mediática: Bush pretende vengar el 11-S y capturar a Bin Laden
Lo que supimos después: No hay ninguna prueba de que exista la red (Al Qaeda, N. de T.). En cualquier caso, los talibanes habían propuesto extraditar a Bin Laden.
Objetivo real: Controlar militarmente el centro estratégico de Asia, construir un oleoducto que permitiera controlar el suministro energético del sur de Asia.
Consecuencias: Una larga ocupación y un gran incremento de la producción y el tráfico de opio
Iraq (2003):
Mentira mediática: Sadam poseía peligrosas armas de destrucción masiva, afirmó Colin Powell a la ONU, probeta en mano.
Lo que supimos después: La Casa Blanca ordenó a sus servicios que falsificaran o fabricaran las pruebas (asunto Libby).
Objetivo real: Controlar todo el petróleo y chantajear a sus rivales: Europa, Japón, China…
Consecuencias: Iraq hundido en la crueldad, las mujeres relegadas a la sumisión y el oscurantismo.
10. Venezuela - Ecuador (¿2008?):
Mentira mediática: Chávez apoya el terrorismo, importa armas, es un dictador (el pretexto definitivo parece que todavía no se ha elegido).
Lo que ya sabemos: Ya se han vertido varias mentiras mediáticas: Chávez dispara contra su pueblo, Chávez es antisemita, Chávez es militarista… Y la satanización continúa.
Objetivo real: Las multinacionales estadounidenses quieren el control del petróleo y los demás recursos de toda América Latina. Tienen miedo de la liberación social y democrática del continente" (*).

Ya lo señalamos, y en tren de sintetizar, vuelve a ser útil evocar aquellos párrafos del 18 Brumario: "No basta con decir, como hacen los franceses, que su nación fue sorprendida..."

En el caso nuestro no basta con decir que Magnetto y Durán Barbas hicieron sus deberes tan bien que confundieron a una gran parte del electorado.

Las elecciones en Argentina son un episodio más en la guerra de 4ta Generación. Toda guerra tiene un objetivo y un enemigo El objetivo del planteo binario gubernamental es el de hacer aceptar a los pueblos que hay población sobrante. El enemigo principal es, precisamente, ese excedente poblacional para quien se reserva el abismo de la exclusión. 
Las corporaciones de la derecha en el poder lograron, hasta ahora,  un éxito transitorio.

Que, debe reconocérselo, es una tarea sumamente difícil en Argentina. Particularmente, porque hay una conciencia muy acentuada de justicia social amasada durante setenta años, a partir del primer peronismo, fortalecida nuevamente en estos 12 años de gobierno K. De ahí el alerta por cómo fueron capaces de penetrar y como les fue permitió influir en la conciencia del pueblo argentino.

“.....Quedaría por explicar cómo tres caballeros de industria pudieron sorprender y reducir al cautiverio, sin resistencia, a una nación de 36 millones de almas." (**)

En el artículo  al que hacemos mención (“El silencio de los intelectuales”) intentábamos llamar la atención de que estamos exactamente en esta etapa y conjeturamos sobre las limitaciones políticas, ideológicas y prácticas de los populismos.

No hemos trascendido ese límite. Explicar, explicarnos. Incluso, planteamos algunos puntos. Pero fundamentalmente, alertamos que los conservadores lograron -creemos que muy efímeramente- hacer aceptar a parte del pueblo que este país es para pocos.



(*) Disponible en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=67579

(**) http://derecho-a-replica.blogspot.com.ar/2015/12/el-silencio-de-los-intelectuales.html