El día después
Por Eduardo Luis Aguirre
Elijo siempre escribir el día después. Es un viejo estilo que permite ahorrar adjetivos y elegir las invocaciones. Ni siquiera sé si el ritual se compadece realmente con la materialidad de los desastres, pero sí que me permite constatar que lo ocurrido no entraña sorpresa, aunque eso no aplaque los dolores más profundos. Tal vez el acontecimiento no sea más que un episodio desgraciado que actualiza un clima de época meteórico y atroz.

Por Eduardo Luis Aguirre

 

 

 

Por Eduardo Luis Aguirre

 

 



La visita de Laura Richardson (Jefa del Comando Sur) y Wendy Sherman (segunda del Departamento de Estado norteamericano) a la Argentina no puede explicarse apelando a las generalizaciones o eufemismos que habitualmente se emplean en el mundo disciplinar de las relaciones internacionales.

Por Eduardo Luis Aguirre




La sucesión de elecciones provinciales anticipadas será un termómetro, sugiere el portal Cenital. Iván Schargrodsky (uno de los mejores) y los suyos prefieren pisar tierra firme y se aferran a esa conjetura. No es para menos. Nadie confiaría, hoy, en una medición cuantitativa en el Alto Valle, por ejemplo. 

"Una cosa se llama necesaria o por razón de su esencia o por razón de la causa. En efecto, la existencia de una cosa se sigue necesariamente o bien de su misma esencia y definición o bien de una causa eficiente dada. Y por estas razones se dice también que una cosa es imposible, a saber, o bien porque su esencia o definición implica contradicción, o bien porque no se da ninguna causa externa que esté determinada a producir tal cosa", dice Spinoza en su Ética. Ahora bien ¿quién está en condiciones de delimitar la inexistencia efectiva de una causa externa? ¿La pasión? ¿el deseo? ¿la fe? ¿la razón? ¿el ardiente compromiso cotidiano con el otro? ¿la rebeldía inclaudicable contra lo que consideramos insoportablemente injusto? ¿la obstinación del lenguaje como herramienta clásica de lucha política? ¿el animarnos a pensar por fuera de los bordes de lo que alguna vez aprendimos, memorizando y repitiendo, sin que medie ninguna vocación insurrecta en esa rutina platónicamente cavernaria? ¿O será que la existencia y la inexistencia, como dos extremos tensos de lo externo pueden capitular frente a lo unitario y a veces claudican frente a la voluntad y lo común? Y que ese quiebre se fortalece con la generosidad del sentimiento y el descubimiento de un sentido emancipador. Con el reconocimiento de lo compartido. Con la síntesis emotiva y conjunta de lo utópico. La gratitud es una síntesis, no sé si exacta y total, de una entrega que nos releva de la centralidad y nos conduce a acercarnos a lo singularmente irrepetible de los otros. La gratitud es nada más y nada menos que convertir un sentimiento en acción. Lo hago, como puedo, a través de la palabra, que siempre habrá de trascendernos y convocarnos en la condición austera, contingente y profundamente humana de lo próximo.


















Por Eduardo Luis Aguirre

 

 

Desde que estalló la guerra entre la OTAN y Rusia albergo una creciente intuición que, a esta altura, se cristaliza paulatina y sostenidamente en sus rasgos intrigantes.

Por Eduardo Luis Aguirre

 

El empleo, en las sociedades modernas, es un articulador decisivo de la vida cotidiana. Aunque nos seduzcan los debates sobre las tendencias recientes acerca de los beneficios de trabajar menos días a la semana, o la amenaza de la robotización y la IA, el riesgo de estar desempleado o de perder el trabajo sume a millones de personas en una sensación de caída, de irreversible vacío que si algo no tiene es solución.

Por Eduardo Luis Aguirre

Ayer a la mañana me entrevistó Radio Nacional de Córdoba, para conocer mi opinión sobre la situación judicial de Donald Trump. Una vez respondido el interrogante inicial de la consulta, intenté articular cinco aspectos que orbitan en el mismo momento en que se formaliza la acusación al ex presidente estadounidense. AUDIO DISPONIBLE.