Por Eduardo Luis Aguirre

Este texto constituye un renovado impulso de plantear continuas rupturas con las categorías eurocéntricas que en muchos campos del saber académico nos impiden pensar en lo que nos ha sido vedado pensar como consecuencia de un proceso de colonización cultural y epistemológico que duró siglos. La filosofía no es una excepción, y mucho menos cuando se trata de analizar la visión del mundo de los pueblos originarios de América Latina. 

Por Eduardo Luis Aguirre

Ayer, a la edad de 91 años, falleció en Niembro, Asturias, el filósofo Gustavo Bueno Martínez, el desarrollador del denominado "materialismo filosófico" español. Bueno eligió irse dos días después que su esposa  Carmen Sánchez Revilla.

Por Ignacio Castro Rey

 
Diga lo que diga la Filosofía instituida, pensar es sólo admitir la existencia. Empujado por una necesidad mortal, la cabaña en Roxe de Sebes encarnó el poder universal del retiro, el secreto, la clandestinidad. Aquel paisaje montañés le dio espacio duradero a algo que en la memoria de la humanidad ha tomado mil formas: el desierto por el que ha de pasar cualquiera antes de un cambio; la crisis desde la que te rehaces; los segundos de ausencia (Theoria en Aristóteles, Augenblick en Kierkegaard, Zona Ártica en Deleuze) donde alguien contempla una escena desde fuera, con una lejanía que permite retomar la vida de otro modo.

 



Por Eduardo Contreras Merino (*)

Constantemente se hace alusión al término de consumista, por parte de un cierto sector de personas (incluyéndome) en referencia a una determinada forma de actuar de un grupo de la población para quienes su mayor satisfacción existencial pareciera estar en relaciona  la cantidad de objetos que poseen. A una necesidad de consumir productos, obtener lo más nuevo en tecnología,  saturar las plazas comerciales, tener autos, televisiones etc.

Por Pablo Guadarrama González (1)

El proceso de lucha por su independencia de las colonias americanas en general, es decir, en ambos hemisferios y también en la región de El Caribe debe ser apreciado en su real magnitud como un capítulo de la lucha a escala universal por los derechos humanos, la justicia social y  la construcción  de la modernidad, independientemente del hecho que la mayoría de los países liberados de sus respectivos yugos coloniales participasen en ese festín solo recogiendo migajas en el patio, como sugiriese Octavio Paz.

Por Berna González Harbour (*)
Todorov se atrevió en 2003 a hacer inventario de valores, una lista de buenos deseos que Europa ha intentado exportar al mundo con igual brío que los coches, las hortalizas o la tecnología de alta velocidad. Y no es que inventara nada, todo ello estaba más o menos escrito en nuestras cartas de derechos, en nuestras constituciones: la libertad individual, la racionalidad, el laicismo. La justicia. Parecía obvio.
Por Jorge Alemán (*)
 
Después de Hegel, fue Lacan quien afirmó que el cristianismo era una “religión verdadera”. Sin entrar en cuestiones hermenéuticas, teológicas o filosóficas, intentaremos dar un razonamiento que se aproxime a la enigmática afirmación que, en el caso de Lacan, no procede ni de la fe ni de ninguna clase de humanismo.
Por Amanda Garma (*) 
Se puede decir que, en la tradición de la sociología europea, de la sociología digamos durkheimiana, e igualmente en la tradición de la historia de las ideas que se practicaba en la Europa Occidental a finales del siglo XIX y a principios del XX, preocupaban esencialmente los fenómenos positivos. Se trataba de buscar los valores reconocidos en el interior de una sociedad. Dicho de otro modo, se buscaba esencialmente definir una sociedad o definir una cultura por su contenido positivo, intrínseco, interior.