Por Nora Merlin
En La incertidumbre democrática. Ensayos sobre lo político (2004), Claude Lefort definió a la democracia como el régimen político en el que el poder es considerado un lugar vacío y quienes lo ejercen son simples mortales que lo ocupan temporalmente. Según Lefort, la democracia inaugura el régimen de una sociedad inaprensible donde los hombres experimentan una indeterminación respecto al fundamento del poder, la ley, el saber y las relaciones sociales.
Por Ignacio Castro Rey
Después de un largo encarnizamiento, la muerte de Rita Barberá no era tan inesperada. Lo que ocurre es que, en una buena cacería, nunca se mira a los ojos de la presa: se apunta únicamente a su silueta. Por eso los mismos medios que tensaron la soga hasta el límite pueden participar enseguida en los consabidos homenajes lacrimógenos. La sociedad de la información es así: carece completamente de memoria y, por tanto, del más mínimo complejo de culpa.
Algunos marxistas, cuando apelan a la lucha de clases, pretenden dar a entender que con esto se nombra la posición más “radical”, la “más de izquierda”. Sin embargo, ¿no merece el término en cuestión ser vuelto a indagar? ¿No sería conveniente volverlo a indagar desde la perspectiva de nuestra contemporaneidad? Sería especialmente relevante plantearse estas cuestiones a partir de cómo se gestan los verdaderos antagonismos en lo social.
Por Ignacio Castro Rey
La “teoría de las ideas”, que envuelve lo sensible con una inteligencia previa y hace que la materia repose en un fondo ideal impensable (el sol del “mito de la caverna” ciega a quien lo mira de frente), no es tal vez el capricho de un hombre que tenía demasiado tiempo libre o quería desorientar a sus contemporáneos.
Por Ignacio Castro Rey (*)
Con cierto cansancio, hay que volver a hablar de este personaje televisivo cuyo tono soez –que a partir de ahora modulará cuidadosamente– hace que Berlusconi casi parezca un intelectual. Los jóvenes que estas noches se manifiestan en más de veinte importantes ciudades norteamericanas tienen sus poderosas razones para expresar su miedo e indignación, aunque la victoria haya sido –con el peculiar sistema electoral estadounidense– incontestablemente legal.