¿La Inteligencia artificial nos odia?
por Fernando López Menéndez
(Comentario al libro "Antropofobia" de Ignacio Castro Rey).“La inteligencia artificial nos ayuda a salvar el mundo”; “la inteligencia artificial es una amenaza para la humanidad”. Las opiniones más extendidas sobre la IA pasan de un extremo a otro. En Antropofobia, el nuevo libro de Ignacio Castro Rey, se rechazan ambos extremos: ni salvación ni condena, ni el fin del mundo ni el nuevo paraíso en la tierra. Se trata de un libro que se empeña en pensar sobre aquello que hacemos con la IA, y también sobre aquello que la IA hace con nosotros. Pensar en lo que hacemos, en lugar de dejarnos arrastrar por la inercia tecnológica, en lugar de quedar paralizados por aquello que aparentemente nos sobrepasa.

Por Eduardo Luis Aguirre.

Si intentáramos hacer un ejercicio de reflexión contrahegemónico en materia de Derechos Humanos, inmediatamente advertiríamos que, en ese tránsito, se hace necesario someter al escrutinio de la historia una noción tan esquiva como la que en buena medida posibilitó la recuperación de la vida democrática en la Argentina, y que conserva todavía, intacta, su capacidad para galvanizar las crispadas voces de la derecha dura. Desde ese punto de vista cavernícola, los DDHH han encubierto la representación reprochable de los "enemigos del país", de los "subversivos" y de los "delincuentes". Esa es la frase de cabecera que después de cuatro décadas termina unificando las retóricas del fascismo social, espantado por la aparición temprana de una categoría que les resultara, a la postre, fatal. Buena parte de la historia reciente del país se explica por la aparición definitiva del concepto de Derechos Humanos y, también, por su sistemática violación, que no se acota en el genocidio pero inexorablemente remite a él. 

Por Jorge Alemán (*)
 
Después de Hegel, fue Lacan quien afirmó que el cristianismo era una “religión verdadera”. Sin entrar en cuestiones hermenéuticas, teológicas o filosóficas, intentaremos dar un razonamiento que se aproxime a la enigmática afirmación que, en el caso de Lacan, no procede ni de la fe ni de ninguna clase de humanismo.

Hecho en La Pampa por Jean Phillippe