De pura cepa
Por Lidia Ferrari
Estoy pensando que los macristas y los mileistas son porteños de pura cepa y provienen de la educación privada. Son los primeros. Hasta ellos la mayoría de los presidentes provinieron de la educación pública y eran provincianos.

Por Eduardo Luis Aguirre

 

 

La cobertura sesgada que hace la prensa occidental sobre el XX Congreso del PCCH no debe impedir que estemos atentos a un cónclave que dura siete días, en el que se adoptan decisiones trascendentales no sólo para China sino también para el resto del mundo

El experimento ultra neoliberal de Truss hizo que su gobierno durara 45 días en el Reino Unido. Cuatro primeros ministros en seis años. Impuestos regresivos, brexit y guerra.  Boris Johnson se anota en la sucesión.

Por Eduardo Luis Aguirre

 

 



¿Pueden los jueces comprender que quizás la reproducción de un hecho histórico es un mandato de cumplimiento imposible? ¿Pueden asumir que la conminación ritual de decir” la verdad y nada más que la verdad” puede significar, la mayoría de las veces, una nueva penosidad que el proceso infiere a aquellos testimonantes, que además han sido víctimas de un hecho traumático acaecido meses, años o décadas antes de esa declaración que se le requiere?

Por Ignacio Castro Rey (*)

 

 

 

 

Sería grato que todo el mundo delirase, como piensan algunos psicoanalistas. Lo preocupante es más bien lo contrario, un masivo conductismo que hace previsibles a los otros hasta en su mala educación. Posiblemente la repetición de la exigencia «Demuestra que no eres un robot» expresa un peligro de automatización en la misma carne. Si es así, asistiríamos a una pavorosa pérdida de mundo en cada uno de nosotros.

La psicoanalista y escritora Lidia Ferrari dialogó en Multitud con Eduardo Luis Aguirre sobre las recientes elecciones italianas.

Por Eduardo Luis Aguirre

 

 


La pandemia, como acontecimiento, pudo y puede observarse desde una enorme disimilitud de perspectivas. Una de ellas, quizás no demasiado atendida, fue (y es) su decisiva capacidad de intervención en el tiempo y en la vida cotidiana de los sujetos.

Por Jorge Alemán (*)



El Nombre del Padre, es la función lógica que permite estabilizar la relación significante - significado .Gracias a esa función ingresamos al lenguaje sin tener que pasar por la experiencia de sentir a la lengua como una intrusión aluvional de significantes que se disparan o se congelan en significaciones fijas y coercitivas.