El portal Dialnet, de la Universidad de La Rioja, España, conserva todavía un artículo que escribí hace más de una década para el sitio "Derecho Deportivo en línea", al que titulé por entonces "La mercantilización de los futbolistas jóvenes en las sociedades de riesgo", actualmente disponible en el link http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=237991
En ese texto, había intentado poner de manifiesto mi preocupación  por el fenómeno incipiente de un proceso de mercantilización de jóvenes futbolistas, en un escenario histórico particularmente sensible para nuestro país. En ese contexto histórico de triunfo absoluto del neoliberalismo, aparecía mencionada en el artículo la figura del tráfico de personas, atento las modalidades que adquirían, en muchas oportunidades, este tipo de operaciones "comerciales" que encubrían sometimientos inhumanos y degradantes, con penosas consecuencias de todo tipo, de las que nadie se hacía cargo.
El cineasta Miguel Alcantud, en su película "Diamantes Negros", da cuenta ahora de lo que entiende una nueva forma de esclavitud que se extiende por el mundo: justamente la del tráfico de niños africanos y latinoamericanos para jugar al fútbol en los grandes clubes europeos. A pesar de que las normas de la FIFA prohíben que los clubes contraten a menores de fuera de Europa, algunos de los grandes equipos de España, Italia, Francia e Inglaterra lo hacen, según el director, que ha realizado una investigación sobre ello en África, Noruega y París, entre otros lugares, y que ha comenzado el rodaje de la película , con la que denunciará esta situación.
Según surge de una nota del diario español Público.es, actualmente, existen unos 20.000 menores africanos que han sido abandonados por los equipos y sobreviven en las calles de los países europeos. 
La mayoría de las veces, engañan a las familias, que esperanzadas por la posibilidad de una vida diferentes para sus hijos, veden sus propiedades o se endeudan de por vida para conseguir el dinero del viaje de los niños.
Cuando los niños llegan, nada es fácil para ellos. Si no responden como prometían o tienen una lesión, son abandonados a su suerte. Si los clubes deciden mantenerles, no existe para ellos una educación adecuada ni la posibilidad de que sean sus familias las que manejen su situación.
Esta es una realidad que fue denunciada en el Parlamento Europeo por el representante de la ONG Culture Foot Solidaire y ex futbolista camerunés Jean-Claude Mbvoumin.
Miguel Alcantud descubrió en Noruega a John Obi Mikel, un niño al que tenían escondido en este país los dirigentes del Chelsea, esperando que cumpliera 18 años. Allí, llevaron también a tres niños nigerianos para que Obi Mikel no "tuviera añoranza y la ‘inversión' se echara a perder". Además, el director contactó con Ronny Van der Meij, un abogado especialista en derecho deportivo, que fue quien le facilitó, entre otros, la información de los 20.000 niños africanos que vinieron a Europa a jugar al fútbol y hoy malviven en las calles. En París, Alcantud conoció a menores abandonados después de sufrir alguna lesión o tras fallar en sus primeras pruebas.
Para las familias africanas y latinoamericanas pobres es muy difícil, por no decir imposible, resistirse a la tentación de convertir a los niños en futbolistas profesionales en algún país de Europa. Ello facilita enormemente el tráfico de los menores, un delito siniestro que podría evitarse creando academias de fútbol en sus países de origen, aunque por supuesto eso implicaría un gasto un poco mayor para los millonarios clubes de fútbol.Diamantes negros contará esta realidad a través de la historia de dos niños, víctimas de este tráfico, que llegan a España, donde entrarán en un mundo de agente, dinero, intereses... y que se encontrarán con una vida que nada tiene que ver con la que les prometieron.  Uno de los niños es abandonado en Madrid y el otro en Lisboa. Y uno de ellos consigue volver a África, donde descubre los sacrificios que ha tenido que hacer su familia para que él pudiera viajar a Europa.Los niños malienses Setigui Diallo y Hamidou Samaké son los protagonistas de esta historia, en la que les acompañan Carlos Bardem, Willy Toledo, Carlo D'Ursi, Santiago Molero y Ana Risueño. Diamantes negros es una coproducción entre la española Potenza Producciones  y la portuguesa Fado Films, y se rodará en Madrid, Lisboa, Faro, Malo y norte de Europa a lo largo de nueve semanas. Además, el filme cuenta con el apoyo de la Junta de Castilla-La Mancha y el Instituto de Cine (ICAA) y con la colaboración de la Fundación Voces.La película se basa en una minuciosa investigación y en algunos ejemplos que desde hace años han estado saliendo a la luz. Así, algunos de los casos reales que han sido publicados en la prensa son, por ejemplo, el de conocidísimo Eto'o, que estuvo siete meses en Francia viviendo prácticamente en la calle cuando tenía once años, antes de llegar a triunfar, o el propio Messi, que fichó con el Barcelona con solo doce años. Menos trágicos que otras realidades, como la de Dungai Fusini, un chico de Costa de Marfil de catorce años que fue quien le dio nombre al tráfico de niños en Italia. El chaval no iba al colegio, no aprendía ningún idioma, dormía en el sótano de un restaurante... y tenía una sesión de entrenamiento vespertina cada día. Un día huyó y fue encontrado un mes después debajo de un puente.